PARA ALEGRAR UN POCO EL CORAZÓN

Épale mis chocos¡¡¡ aqui su choca como siempre, aun con el friazaso que hace, que que bárbaro¡¡ mi habitación se convirtio en una congeladora, creo que cada uno tiene como unos 3 o 4 edredones de esos gruesotes para que no pegue tanto el frio jajajaja

pero bueno, aqui les voy a dejar algo que escuche de la boca de un amigo, que mas bien va dirijido a los niños, pero igual a los niños de corazón , asi como yo jejeje.

esta historia trata de un lindo gatito que se llama michín, que hace tantos indeberes, que al final se da cuenta de que lo que hacia no era bueno, este relato se llama EL GATO BANDIDO

Michín dijo a su mamá:
"Voy a volverme Pateta,
y el que a impedirlo se meta
en el acto morirá.

Ya le he robado a papá
daga y pistolas; ya estoy
armado y listo; y me voy
a robar y matar gente,
y nunca más (¡ten presente!)
verás a Michín desde hoy".

Yéndose al monte, encontró
a un gallo por el camino,
y dijo: "A ver qué tal tino
para matar tengo yo".

Puesto en facha disparó,
retumba el monte al estallo,
Michín maltrátase un callo
y se chamusca el bigote;
pero tronchado el cogote,
cayó de redondo el gallo.

Luego a robar se encarama,
tentado de la gazuza,
al nido de una lechuza
que en furia al verlo se inflama,
mas se le rompe la rama,
vuelan chambergo y puñal,
y al son de silba infernal
que taladra los oídos
cae dando vueltas y aullidos
el prófugo criminal.

Repuesto de su caída
ve otro gato, y da el asalto
"¡Tocayito, haga usted alto!
¡Déme la bolsa o la vida!"

El otro no se intimida
y antes grita: "¡Alto el ladrón!"
Tira el pillo, hace explosión
el arma por la culata,
y casi se desbarata
Michín de la contusión.

Topando armado otro día
a un perro, gran bandolero,
se le acercó el marrullero
con cariño y cortesía:
"Camarada, le decía,
celebremos nuestra alianza";
y así fue: diéronse chanza,
baile y brandy, hasta que al fin
cayó rendido Michín
y se rascaba la panza.

"Compañero", dijo el perro,
"debemos juntar caudales
y asegurar los reales
haciéndoles un entierro".

Hubo al contar cierto yerro
y grita y gresca se armó,
hasta que el perro empuñó
a dos manos el garrote:
Zumba, cae, y el amigote
medio muerto se tendió.

Con la fresca matinal
Michín recobró el sentido
y se halló manco, impedido,
tuerto, hambriento y sin un real.

Y en tanto que su rival
va ladrando a carcajadas,
con orejas agachadas
y con el rabo entre piernas,
Michín llora en voces tiernas
todas sus barrabasadas.

Recoge su sombrerito,
y bajo un sol que lo abrasa,
paso a paso vuelve a casa
con aire humilde y contrito.

"Confieso mi gran delito
y purgarlo es menester",
dice a la madre; "has de ver
que nunca más seré malo,
¡oh mamita! dame palo
¡pero dame qué comer!"




¿les gustó? igual a mi cuando lo escuche, y por lo que he de ver, es una historia con mucho mensaje, al menos asi lo veo yo jejejeje
hasta la próxima letra mis chocos¡¡¡ se me cuidan¡¡¡