Pero sigamos el río Mezcalapa que, después de recibir como afluentes al río Plátano y al arroyo Cumuapa, entra al municipio de Cárdenas (antes San Antonio de las Naranjos), que debe su nombre al más ilustre tabasqueño de los tiempos de la Colonia: José Eduardo de Cárdenas. Su extensión es de 1970.32 kilómetros cuadrados.
El suelo de Cárdenas es sumamente fértil. Un alto grado de nutrientes lo califica entre las mejores tierras que pueden destinarse a actividades agrícolas. El cacao, que floreció antes, ya se cultiva poco; una planta beneficiadora fabrica productos derivados de este fruto, que no sólo procede de Cárdenas, sino también de los municipios vecinos. Las actividades ganaderas son importantes.
En este municipio se ha desarrollado el Plan Chontalpa que surgió en 1965 para habilitar la región de La Chontalpa dentro de un proyecto de desarrollo agropecuario. La Comisión del Grijalva tenía, desde 1951, amplias facultades para llevar a cabo obras de tres tipos: las fundamentales, o sean las de protección, como presas de control y encauzamiento, canales de riego y drenaje; las de ingeniería sanitaria, como agua potable, alcantarillado, desecación de pantanos, campañas contra plagas, etcétera y las conexas, como vías de comunicación, trabajos de fomento agrícola, etcétera.
El Plan Chontalpa fue proyectado para utilizar y repoblar los terrenos que, en otra época, constituyeron la margen izquierda del río Mezcalapa (hoy río seco). El suelo, abonado por el río hace mucho tiempo, es más pesado y peor drenado que donde hay corrientes activas. Ya desde los años 50, la Comisión del Grijalva construyó seis canales de drenaje para hacerlos más propicios para la agricultura. El Plan Chontalpa pretendía incorporar a la producción 250 mil hectáreas, que se dividirían en secciones de cinco mil hectáreas cada una, para otorgarse en propiedad ejidal a grupos de 500 familias de campesinos sin tierras de las zonas más pobladas del estado. Cada familia tendría derecho al uso de una parcela de 10 hectáreas. Toda la maquinaria, proporcionada por el gobierno, sería de uso colectivo. Los cultivos proyectados fueron: arroz, cacao, maíz, plátano y cítricos. En su aplicación, el Plan Chontalpa ha pasado por diversas etapas y ha tropezado con dificultades, que han exigido ajustes y modificaciones.
Las características topográficas de La Chontalpa propiciaron desde tiempos inmemoriales inundaciones permanentes. En 1964 se concluyó la construcción de una de las presas más importantes de la República Mexicana: la presa Nezahualcóyotl en Mal Paso, Chiapas, que alivió considerablemente el problema de las inundaciones. Sin embargo, no lo resolvió del todo.
Hoy el municipio afronta, además, los riesgos de la industrialización forzada. En efecto, desde la llegada de Petróleos Mexicanos (PEMEX) a Cárdenas, la cabecera municipal ha crecido aceleradamente, lo cual ha dificultado planear el crecimiento de la ciudad. El desarrollo de la industria petrolera registrado en esta región se ha convertido en foco de atracción para un sinnúmero de tabasqueños y de otros mexicanos en busca de trabajo, lo que ha contribuido al desbordamiento de los asentamientos humanos hacia la periferia de la ciudad de Cárdenas. La zona metropolitana se ha expandido hacia los cuatro puntos cardinales de una manera acelerada. Por otra parte, el límite occidental tradicional de la ciudad, marcado en la calle Zaragoza, ha sido rebasado por un nuevo asentamiento conocido como Pueblo Nuevo.
El crecimiento de Cárdenas es comparable al de Villahermosa. Pero el crecimiento acelerado de una ciudad no es siempre sinónimo de una vida mejor para sus habitantes. En su camino hacia la periferia la ciudad se ha tragado, por igual, tierras aptas para el cultivo y terrenos pantanosos de muy costosa urbanización.
De 1970 a 1979 la ciudad de Cárdenas creció de 23 mil a 85 mil habitantes. En 1990 eran más de 172 mil habitantes. La situación para los habitantes de la cabecera tiende a tornarse cada vez más difícil en lo que se refiere a la dotación de servicios públicos.
La estratégica situación geográfica de Cárdenas y el incremento del poder de compra de varios sectores de la población plantean, sin embargo, excelentes perspectivas de desarrollo en los ámbitos agropecuario e industrial. Todo depende de la explotación y organización racionales de los abundantes recursos humanos y naturales.
Por otra parte, este municipio posee hermosísimas lagunas: El Pajaral, con bellas isletas cubiertas de manglares que son visitadas por variadas especies de pájaros en busca de refugio al atardecer; El Carmen y La Machona que, juntas, forman la segunda laguna por sus dimensiones en territorio tabasqueño.
Son tres los ingenios azucareros en el municipio: Santa Rosalía y Benito Juárez (dentro del Plan Chontalpa) y Nueva Zelandia.
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